Son las tres de la mañana. Abres los ojos lentamente. Todo está oscuro y silencioso, pero algo te inquieta. Tu corazón se acelera... y de repente, te das cuenta de que no puedes moverte. Tu mente está despierta, pero tu cuerpo permanece inmóvil. Entonces, una sensación inquietante: como si una presencia estuviera ahí, muy cerca de ti.
No, no estás soñando. O mejor dicho… estás entre dos mundos.
Cuando el cuerpo duerme, pero la mente se despierta demasiado rápido
Este fenómeno se llama parálisis del sueño. Es una experiencia real, vivida por millones de personas en todo el mundo. Aunque pueda parecer misterioso, incluso aterrador, tiene una explicación científica sencilla.
Durante el sueño, especialmente durante la fase REM ( sueño de movimientos oculares rápidos ), nuestro cuerpo entra en un estado de relajación muscular profunda. Esta es una forma natural de parálisis que impide el movimiento durante los sueños, protegiéndonos de acciones involuntarias.
Pero a veces, el cerebro se despierta demasiado pronto… mientras el cuerpo permanece inmóvil. El resultado: estás consciente, pero incapaz de moverte. Es también en este momento cuando el cerebro, aún parcialmente dormido, puede generar alucinaciones visuales o auditivas.
Esta sensación de presencia: ¿real o ilusión?
Uno de los aspectos más perturbadores de la parálisis del sueño es la sensación de ser observado, o incluso de que hay una presencia en la habitación. Algunas personas incluso refieren sentir un peso en el pecho, como si alguien estuviera sentado sobre ellas.
Suena aterrador, pero estas sensaciones se originan únicamente en la actividad cerebral entre la vigilia y el sueño. El cerebro, aún inmerso en el sueño, interpreta las señales corporales de una manera inusual.