El hígado graso no es una sentencia de muerte y, en la gran mayoría de los casos, se puede revertir en casa con hábitos simples y constantes.
1. Eliminar por completo los azúcares y los jugos.
Sin jugos naturales, miel, azúcar de caña sin refinar, jarabes ni bebidas azucaradas.
2. Aumente su consumo de verduras verdes y crucíferas.
Brócoli, coliflor, repollo, espinacas… todos ellos ayudan a la desintoxicación del hígado.
3. Prioriza las proteínas y las grasas saludables
Huevos, pollo, pescado, legumbres, aceite de oliva, aguacate, frutos secos.
4. Desarrollar músculo
Camine después de cada comida y agregue entrenamiento de fuerza.
5. Dormir como medicina
El hígado funciona mejor entre la 1 y las 3 de la mañana. El sueño es clave para regular la insulina.
6. Gestionar el estrés
Practique ejercicios de respiración, tome descansos activos y limite el tiempo frente a las pantallas durante la noche.