Nunca uses la cáscara café, solo la parte blanca-crema de adentro.
Si estás embarazada o das de lactar, consulta a tu doctor primero (aunque en México miles de mujeres lo toman sin problema).
Los primeros 3 días puede que vayas más al baño… ¡es normal! Tu cuerpo está limpiando todo lo malo.
Si tomas medicamentos para la presión o diabetes, mide tus niveles porque la semilla es tan potente que a veces hay que ajustar la dosis (¡bajo supervisión médica, claro!).
En una semana vas a notar que te deshinchas, que ya no te duele la pancita después de comer, que tu presión está más tranquila y que hasta se te quita esa pesadez de las piernas. En un mes… ¡vas a querer contarle a todo el mundo!
Así que la próxima vez que partas un aguacate, mírale la semilla con otros ojos. Esa “pepa” que ibas a tirar es el secreto mejor guardado de la medicina natural mexicana. ¡Y ahora ya lo sabes!
Guarda esta receta, compártela con tu mamá, tu tía, tu comadre… y empieza hoy mismo. Tu cuerpo te va a agradecer con creces.
¡Salud, fuerza y puro aguacate, mi raza! 🥑🇲🇽💪