3 cebollas moradas grandes y bien firmes
1 cucharada sopera de miel pura de abeja (de preferencia miel de mezquite o multifloral mexicana)
1 limón grande (opcional, pero potencia el efecto)
Paso a paso (súper fácil y rápido)
Pela las tres cebollas y córtalas en trozos grandes.
Licúalas con poquita agua (solo lo necesario para que gire la licuadora). Quedará un juguito rosado-morado precioso.
Cuela perfectamente con una manta de cielo o colador fino para que quede totalmente líquido, sin pedacitos.
Agrega la cucharada de miel y el jugo de un limón. Revuelve bien.
Guarda en un frasquito de vidrio oscuro en el refrigerador. Te dura perfectamente los 5 días.
¡La forma correcta de usarlo para que tus ojos lo absorban al 100%!
Opción 1 – Gotas oculares naturales (la más potente)
Por las noches, antes de dormir, acuéstate boca arriba.
Con un gotero limpio pon 1 gota en cada ojo (sí, pica un poquito los primeros 10 segundos, pero luego pasa).
Parpadea varias veces y deja que el jugo haga su magia toda la noche.
¡Al día siguiente vas a despertar viendo más claro, te lo juro!
Opción 2 – Compresas de cebolla (para quienes no aguantan las gotas directas)
Empapa dos algodoncitos o gasas en el jugo frío.
Acuéstate 15 minutos con los algodones sobre los ojos cerrados.
Hazlo mañana y noche. Es relajante y súper efectivo.
Opción 3 – Beber el jugo (para ataque interno)