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Crudo es mejor: La alicina se destruye con el calor. Para obtener la mayor cantidad de beneficios, lo ideal es consumirlo crudo.
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Tritúralo o pícalo: Debes triturar, picar o masticar el diente de ajo para activar la enzima (alinasa) que produce la alicina.
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Deja reposar: Después de triturarlo, deja reposar el ajo durante 10-15 minutos antes de cocinarlo. Esto le da tiempo a la alicina para que se forme.
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Si lo cocinas, usa poco calor: Cocínalo a fuego lento y añádelo al final de la preparación para preservar la mayor cantidad de compuestos posible.
Precauciones y Efectos Secundarios
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Mal aliento y olor corporal: Es el efecto secundario más común.
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Problemas digestivos: En algunas personas, especialmente al consumirlo crudo y en exceso, puede causar acidez, gases o malestar estomacal.
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Interacciones con medicamentos: Puede tener un efecto anticoagulante, por lo que las personas que toman medicamentos como warfarina o aspirina deben consultar con su médico antes de consumir grandes cantidades de ajo de forma regular.
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Alergia: Aunque rara, algunas personas pueden ser alérgicas al ajo.
En resumen, el ajo es un alimento increíblemente beneficioso que vale la pena incorporar en una dieta equilibrada. Consumirlo de forma regular, preferiblemente crudo y triturado, puede ser una forma sencilla y natural de potenciar tu salud general.
Importante: Esta información es de carácter educativo y no sustituye el consejo de un profesional de la salud. Si tienes una condición médica específica, siempre consulta con tu médico.